viernes, 14 de noviembre de 2008

La única e irrepetible ordenación


Las obras de arte tienen su propia estructura, su armonía, su dialéctica interior. Estructura no visible, sino invisible, como la eclíptica, que no es la órbita del sol y, sin embargo, como tal se dibuja sobre las estrellas. Invisible, sí, y, por lo mismo, casi imposible de aprehender. Las obras de arte se diferencian de los demás objetos en que, a la vez que están siendo materialmente creadas, está teniendo lugar el nacimiento de su arquetipo en el mundo de las ideas. Arquetipo que sólo existía en potencia en la realidad trasmundana. Reflejo de un reflejo es la obra de arte, como la obra de amor. Y artista, en cada caso, es el que acierta, al hacer su obra, con la única e irrepetible ordenación.



Manuel García-Viñó "Construcción 53"