El libro debe pedir pluma, tinta y escritorio; pero generalmente son la pluma, la tinta y el escritorio los que piden el libro. Por eso los libros de hoy son tan poco valiosos.
Friedrich Nietzsche
Nam Sybillam quidem Cumis ego ipse oculis meis vidi in ampulla pendere, et cum pueri illi dicerent: Στβμλλ τί Θέλεις; respondebat illa: άπσΘνειν Θελω.